«El 18 de abril de 1972, Perón se encontró con un grupo de enviados de Mao en Hotel Craridge, de París. Se habló de reanudar los lazos diplomáticos entre la Argentina y China. Lo invitaron a encontrarse con Mao y yo lo acompañaría. Todo fracasó porque López Rega viajó antes y pidió plata para el General, diciendo que no tenía para vivir.¡Una cosa horrible de ese imbécil! Así, Perón no vio a Mao, yo tampoco, y me perdí la foto de mi vida: la de Mao con Perón«.
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